Guillermo Alonso ('Vivan los hombres cabales'): "La incorrección política debería seguir un camino que es ofender de abajo a arriba"

Conversaciones con Guillermo Alonso, autor de Vivan los hombres cabales

Por Daniela Bárcenas

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"¿Qué lees, Daniela?"

- Sinopsis.

Vivan los hombres cabales es la historia de Isidoro, un hombre que cuida de su anciana madre por el día y actúa en un tugurio de travestis por la noche. La vida siempre le ha negado a Isidoro el placer de sentirse amado o deseado, pero una noche sale al escenario y descubre entre el público a su vecino del tercero, un magnífico ejemplar de hombre como los que salen en los vídeos porno de internet. La vida concede por fin un disparo a Isidoro y él no piensa desperdiciarlo.

A veces la gente normal se cruza por la calle con extrañas familias y se da la vuelta para mirarlas con la nariz arrugada. Vivan los hombres cabales es una historia acerca de las carambolas que sirven de Big Bang a estas extrañas familias. Una historia sobre la eclosión del deseo enquistado, la precariedad emocional y los momentos clave que sentencian la vida de las personas.

- Sobre Guillermo.

Nació en Pontevedra en 1982. Entre sus primeras novelas, escritas durante su adolescencia y jamás publicadas, están Los crímenes de Cushishi, Las mejores intenciones, Violada contra un muro, Katrina (Una niñita denostada) y Violada contra un muro 2.

Tras empezar a estudiar Ciencias Políticas en Santiago de Compostela y Cine en Madrid prefirió optar por una profesión que no exigiese relacionarse con demasiada gente: escribir. Co-ideó y vendió un concurso a una televisión autonómica cuya grabación en un almacén a las afueras de Zaragoza le dará algún día (o eso espera) para otro libro. Después colaboró con varios medios hasta asentarse durante dos años en Telecinco y después otros siete en Vanity Fair, durante tres de los cuales fue director de su edición digital.

Hoy continúa su trabajo como periodista, sin haber superado todavía el síndrome del impostor que le acompaña desde que cumplió la mayoría de edad, en ICON (la revista masculina de El País).
Aclarado todo esto: Comenzamos...

- ¡Hola, Guillermo! El momento ha llegado, te confieso que tu libro me ha dejado muchas interrogantes sobre ti. De igual forma, no soy tan fan de hacer una pregunta así de básica pero es pertinente saber (y también me intriga) ¿De dónde nace Vivan los hombres cabales?

- Pues yo había estado escribiendo cuentos sueltos, pensando en tener un día los suficientes como para enviar a una editorial a modo de conjunto de relatos. El relato me parece un formato literario estupendo, es perfecto para leer en viajes cortos, poder leerse uno entero en la playa… En España tienen muy poca salida, al menos por ahora y al menos por mi experiencia. Esta historia la escribí como parte de aquellos relatos. Me inspiré de forma lejana en travestis que alguna vez había visto cuando, hace años, iba a algunos clubes que existían en Chueca (que hoy ya no quedan) donde había travestis de aquellas que cantaban copla, contaban chistes entre canción y canción... travestis antiguas. Me pregunté qué harían al llegar a su casa, cómo serían sus vidas cuando volvían a sus barrios obreros. Y a partir de ahí ya es todo fantasía y ficción.

- ¿Nunca tuviste una relación cercana con un travesti? Es decir, ¿Todos los aspectos de la personalidad del protagonista se basaron en creencias adquiridas por la cultura en general?

- La verdad es que no. Sí las he conocido por verlas en su trabajo en aquellos cabarets, y con un transformista en concreto, que tristemente falleció el año pasado, mis amigos y yo sí que llegamos a tener cierta relación de cariño, porque íbamos a verlo siempre que actuaba él, nos saludaba al entrar, nos dejaba subir a cantar alguna canción con él al escenario y charlábamos con él en la barra cuando hacía las veces de camarero (¡Las travestis son muy polivalentes!). Pero todo esto es ficción y también quiero que quede claro que los rasgos de la personalidad de Isidoro no quieren transmitir ninguna generalización sobre cómo son las travestis. Sí que imagino en ellas un conflicto importante: sobre el escenario son diosas, se llevan aplausos y manejan la situación, y cuando se bajan de él son a menudo hombrecillos insignificantes. Eso tiene que marcarte, imagino, que influenciar tu manera de ver la vida. Isidoro tiene por eso una forma muy extraña de entender su dignidad y a menudo miente para mantener un estatus que él cree que tiene sobre el escenario y debe mantener también detrás de él.

- Vale, te haré esta pregunta que no sé si esté en tus conocimientos por no ser directamente travesti pero, si me la puedes contestar, increíble. Para las personas como yo, que no tenemos mucho conocimiento de todo lo que son las palabras y las formas “correctas” en la comunidad LGTB (porque también existe mucha diversidad), leyendo el libro algo me llamó un tanto la atención. Es la línea donde el protagonista comenta “me puedes tratar como quieras, de hombre o de mujer”. Pues tengo entendido que los travestis no necesariamente son transexuales. Entonces, ¿cómo funciona toda la identidad del protagonista o, en tal caso, del travesti común en general?

- Es una pregunta muy interesante, para empezar, desde el punto de vista editorial. Cuando Isidoro es Isidoro, o sea, en la mayor parte del libro, el narrador lo trata en masculino. Pero cuando se disfraza de Gioconda, ya sea porque está trabajando o porque se ha vestido así para cenar con Gonzalo, se le trata en femenino. En algunos puntos en que estaba a medio vestir nos volvimos un poco locos. Efectivamente travesti y transexual no es lo mismo: el travesti es un hombre que se viste de mujer con fines artísticos. Juraría que una mujer también puede ser travesti, o sea, hiperbolizar sus atributos femeninos, ponerse una peluca y unos postizos enormes, y actuar como lo haría un travesti siendo ella una mujer cis. Creo que se llamna "faux queen". No sé si a una mujer que se viste de hombre para representar un papel cómico se le llama travesti también, eso lo desconozco. Y luego están las personas transexuales, que efectivamente no son travestis, sino que han llevado a cabo una transición para estar en el género en el que se sienten cómodos y al que pertenecen. La verdad es que yo mismo me ando también con pinzas al hablar de estas cosas porque los términos cambian a diario y no quiere uno ofender a nadie. En ese sentido el protagonista, Isidoro, es un hombre gay que trabaja como peluquero y, algunas noches cada semana, se gana la vida como travesti en un cabaret.

- Vale, quizás también lo asumo como con la libertad que puede tener una persona de no ser transexual e igualmente sentirse abierto a llevar ambas personalidades (masculina y femenina).

- Ay, eso por supuesto. A mí me encanta ver a jóvenes ahora (yo tengo 36 y hablo de adolescentes o gente de 20 años) yendo por la calle con pintas femeninas, masculinas o como les dé la gana según se hayan levantado ese día. Me encantan. Creo que el resto, los que vestimos de señor o de señora todos los días, somos unos aburridos y unos grises.

- La creatividad a la hora de vestir ha tenido una bonita evolución, es verdad. Eso también por el trabajo de años por buscar la aceptación de lo diferente y darle prioridad a los propios gustos. Continuando con la obra… En el libro también vemos que Isidoro asume comportamientos abusivos a nivel sexual, y crueles a nivel humano con su mamá (debido a todo lo que ha sido su vida y lo que nos cuenta el libro). Sin embargo, tomando esto como punto de partida... ¿Qué opinas del debate actual sobre dejar de consumir obras que no sean políticamente correctas?

- Yo estoy a favor de separar obra y artista y no me cuesta nada hacerlo. Además, ¿dónde ponemos el límite? ¿No volvemos a ver películas a Polanski o Woody Allen pero seguimos leyendo a Salinger o Dickens? ¿Qué me importa a mí lo que hagan si tienen películas o libros que me hacen felices? O sea, a mí me importa que si alguien es un hijo de puta que lo pague. Pero que no nos priven de las cosas bonitas que han creado. Claro que también entiendo a quien tiene estos problemas para seguir acercándose con admiración a la obra de un monstruo. Voy a intentar poner un ejemplo personal: yo ahora me entero de que un director de cine que me encanta es homófobo y de joven dio unas cuantas palizas a lesbianas y homosexuales. Pues mira, ya no sé. Yo quiero pensar que seguiría viendo belleza en sus películas, pero puede que un clic en mi cabeza me lo impidiese. No lo sé.

Respecto a dejar de consumir obras que sean políticamente incorrectas... ¡el arte tiene que serlo siempre! Pero ahora ya no sabemos qué es ser políticamente incorrecto. Es un término que se ha vuelto masivo, es el nuevo "bizarro", que todo el mundo lo usa sin saber muy bien qué es. La incorrección política debería seguir un camino que es ofender de abajo a arriba. Si viene una pija y se caga en los pobres no es políticamente incorrecto, es que es una señora imbécil. Si viene un atleta y se caga en los paralíticos, igual. Podemos reírnos de pobres, paralíticos, gays, lesbianas, pero siguiendo el camino adecuado, no de cualquier manera.

- Vale, eso a nivel de autor, pero cuando los comportamientos “no correctos”, por así llamarlos, se encuentran en la obra, es decir, una obra que romantice comportamientos condenados por la sociedad actual pero que van con la esencia del arte que se difunde y es ésta la que influye en la gente.

- Ya... yo quiero creer que podemos contar cualquier cosa. Algunas de las películas que más nos conmueven cuentan cosas horribles. Se nota mucho cuando se cuenta algo horrible solo por epatar o porque realmente algo subyace debajo de ese acto monstruoso y hay un mensaje ahí. Ante todo hay que crear personajes auténticos y que tengan algo donde te puedas agarrar, que te lleven con ellos en su camino para comprender lo que han hecho. Pero esto tanto para contar una violación como un romance. Creo que si el personaje es atractivo (ahora hablo como lector, no de mi propia novela) va a ser fácil que entiendas cualquier cosa que haga, ya sea enamorarse o asar y comerse un bebé. Creo que si hay algo de lección, belleza y esperanza, el lector acepta cualquier cosa porque no solo ve un acto monstruoso, ve también una revelación. Si en un libro o una película solo quieren contar algo muy bestia por epatar eso ya será otro género que a mí no me interesa (porno, gore, lo que sea).
- Para finalizar, un regalo a los lectores con esta pregunta. Más que una pregunta, una petición. Si nos tuvieras que recomendar un club en Madrid para vivir la experiencia de ver a una Gioconda, ¿Cuál sería?

- ¡Me encantaría poder recomendar los dos a los que yo iba de vez en cuando! Se llamaban A Noite y Griffins. Ya no existen hoy. Eran locales donde aún quedaba ese tipo de travesti antigua, que se vestía elegante a modo señora, vestido elegante con brillos, peluca llena de laca y prótesis más realistas que exageradas, y cantaba coplas y contaba chistes verdes. Ninguno de los dos locales existe ya, uno sigue siendo un local con actuaciones pero ya con otro tipo de travesti más moderna, más influenciada por RuPaul, más coloristas, exageradas y que cantan éxitos de pop contemporáneo. El otro es, directamente, un restaurante. Juraría que en Madrid sigue habiendo actuaciones en el LL y en el Black & White, los dos en Chueca, a escasos minutos uno del otro, pero dudo que sean ya como las de Diva Gioconda. ¡En cualquier caso si algún miembro de vuestro club de lectura va a comprobarlo le pido que me lo haga saber!

- Por supuesto que será un placer darte esa información si vamos algún día. Bueno, Guillermo. Muchísimas gracias por tu tiempo, de verdad. Nos encantó tu obra y eres una persona más que agradable y talentosa. Si quieres enviar un mensaje a los escritores que van empezando, o a las personas que leerán tu libro, puedes hacerlo ahora también.

- Pues no sabría qué decir, me siento un poco fuera de lugar enviando un mensaje a los escritores que empiezan porque yo mismo me considero que empiezo también. Tengo publicada esta pequeña historia, pero para mí la palabra escritor es muy grande, creo que se lo pueden aplicar con seguridad los que tienen una carrera y unos cuantos títulos. Mi consejo a los que escriben es que sigan escribiendo y envíen sus manuscritos. No hay tantos buenos, así que cuando uno bueno llega a las manos adecuadas suele dar resultado.

- Muchísimas gracias de nuevo y felicitaciones por tu libro. Desde Lees Otras Cosas te deseamos muchísimos éxitos de ahora en adelante.

- ¡Muchísimas gracias! ¡Estamos en contacto y nos seguiremos por IG! Un abrazo.

Si llegaste hasta aquí y tienes interés en leer Vivan los hombres cabales puedes adquirirlo a través de su editorial Niños Gratis: https://sites.google.com/view/ninosgratis/colecci%C3%B3n-asterisco/vivan-los-hombres-cabales?authuser=0

Aprovechamos también este espacio para hacer mención especial al diseño de la cubierta del libro que es toda una obra de arte. ¡Enhorabuena!
Y para los que ya lo leyeron o lo lean de ahora en adelante tenemos una respuesta sorpresa de Guillermo con SPOILERS incluidos. ¿Tienes dudas sobre el final del libro? Pues sólo escríbenos a leesotrascosas@gmail.com y podemos aclararla para ti.

¡Feliz día!