El deber y el deseo lésbico en ‘Carol’ de Patricia Highsmith: un camino hacia la liberación

Reseña de Carol, de Patricia Highsmith

 


Por María Cano

 

- Introducción.

 

Nueva York, década de los cincuenta, días previos a la celebración de la Navidad. En los grandes almacenes de Frankenberg se encuentra Therese, una joven escenógrafa que trabaja como vendedora en la sección de juguetes, que conoce a Carol Aird, una mujer enigmática de notable elegancia que visita la tienda con el propósito de comprar una muñeca para su hija. Este primer encuentro marca el comienzo de una narración cuidadosamente construida sobre el desarrollo de su amor en el que su deseo se ve obstaculizado por la presencia de los hombres que las rodean, añadiendo una capa de complejidad a su furtivo romance.

 

Desafiando las convenciones de la época y abogando por la libertad que las protagonistas tanto anhelan, Patricia Highsmith sumerge al lector en una historia absorbente que explora las dificultades del amor, la identidad y la sociedad estadounidense de los años cincuenta. Así, mientras se enfrenta a una nación que tiende a trivializar el amor como mera emoción, la autora nos muestra lo que para ellas es en realidad una fuerza revolucionaria.

 

Nunca nos hemos peleado, nunca hemos llegado a descubrir que no había nada más, ningún otro deseo ni en el ciclo ni en el infierno que el de estar juntas. No sé si nunca te llegaré a importar tanto. Pero esto forma parte de lo nuestro y lo que hemos conocido es sólo el principio. Dices que me quieres como soy  y que te gusta cuando digo palabrotas. Yo te digo que siempre te querré, que te quiero como eres y como serás.

 

1.- El libro.


 

¿Cómo era posible estar enamorada y tener miedo?, pensó Therese. Eran cosas contradictorias. ¿Cómo era posible tener miedo cuando las dos se hacían más fuertes juntas cada día?

 

Las respectivas figuras de Carol y Therese en la novela no solo ejercen como representaciones del concepto de lesbianismo en la Nueva York de los años cincuenta, sino que también simbolizan una serie de estereotipos y manifiestos, tanto de manera explícita como implícita, ofreciendo una visión mucho más amplia del papel que las mujeres desempeñaban en la sociedad a lo largo de la historia.

 

Y es que en esta obra se evidencian diversos ejemplos de cómo las mujeres son constantemente bombardeadas con mensajes que promueven la "normalidad heterosexual", lo que a su vez conduce a la estigmatización y la demonización de la figura de la mujer lesbiana. Este mito que rodea a las lesbianas contrasta radicalmente con el ideal de las mujeres heterosexuales, que ha sido ampliamente aceptado a través del tiempo, ideas con las cuales estos personajes, mediante su estereotipación o su salida de dicho marco estandarizado, luchan de manera continua con el objetivo de alcanzar una esencia propia que no se base en su orientación sexual y donde la disparidad entre un tipo de relación y otro no sea interpretada a través de esos mismos prejuicios.

 

Por lo tanto, haciendo uso de una prosa que se caracteriza por su precisión, claridad y elegancia en la expresión de sus ideas respecto a estas mujeres y la sociedad que las rodea, la importancia de Patricia Highsmith en lo que a su obra Carol (1952) se refiere radica principalmente en dar visibilidad a las experiencias lésbicas en un ámbito tan influyente como lo es el suyo: el literario. Highsmith otorga una relevante representación a la existencia lésbica a lo largo de su obra, subrayando la idea de que las mujeres deberían tener la capacidad de explorar su propia identidad y actuar en consecuencia según sus propias elecciones.

 

2.- La autora.


 

Patricia Highsmith (1921-1995), reconocida autora de obras literarias como Extraños en un tren (1950), El talento de Mr. Ripley (1955) y Las dos caras de enero (1961), destacó por su devoción hacia la lectura y su predilección por tramas originales, irónicas y perturbadoras. Profundamente interesada en temáticas relacionadas con la culpa y el crimen, Highsmith emergió tanto en vida como en el periodo posterior a su fallecimiento como un ícono del feminismo, alcanzando una innegable inmortalidad a través de su literatura.

 

Se tiene constancia de que los padres de Highsmith se divorciaron cinco meses antes de su nacimiento en Fort Worth, Texas, por lo que durante sus primeros años fue criada por su abuela. Posteriormente fue convocada para reunirse con su madre en Nueva York, de quien se dice que intentó abortar en numerosas ocasiones, llegando a consumir aguarrás (1).

 

En 1942 Patricia Highsmith completó sus estudios en el Barnard College, una institución universitaria privada de Nueva York dedicada a las artes femeninas, donde se especializó en literatura inglesa, latín y griego. Tras obtener su título universitario y en busca de convertirse en escritora de cómics, trabajó inicialmente en la editorial Ned Pines para luego desempeñarse como autora independiente. Sin embargo, fue durante su empleo en la editorial Fawcett en 1943 donde tomó conciencia de su orientación homosexual.

 

Tras encontrarse en dificultades económicas después de la publicación de su primera novela, la ya mencionada Extraños en un tren (1950), Highsmith optó por trabajar temporalmente en la sección de juguetes de unos grandes almacenes. Fue ahí donde tuvo un encuentro fortuito con una mujer rubia y elegante que le proporcionó su nombre y dirección para la entrega de la muñeca que compró.

 

Fue precisamente esta experiencia la que inspiró a Highsmith a escribir el argumento de su novela Carol, la cual más tarde sería reconocida como ''la primera novela de temática homosexual cuyo final no es trágico''. Sin embargo, debido al rechazo de la obra por parte de sus editores por su temática lésbica, Highsmith optó por modificarla bajo el título de El precio de la sal, utilizando el seudónimo de Claire Morgan. Años más tarde, cuando logró reeditar la obra, la retituló con su original Carol y con su propio nombre, añadiendo un prólogo en el que explicaba las razones del cambio de título y su reaparición en el contexto de esta novela, donde añadió lo siguiente:

 

''Mucha gente debió de identificarse con Carol o Therese. Así, un libro que al principio fue rechazado, llegó arriba del todo. Me alegra pensar que les dio a varios miles de personas solitarias y asustadas algo en que apoyarse''.

 

Orgullosa por su contribución activa a diferentes comunidades, y enfrentando acusaciones de comunismo y anti-americanismo en su tierra natal, Patricia Highsmith decidió trasladarse a Europa en 1963. Sin embargo, sus obras no fueron ampliamente aceptadas debido a su aparente exclusión sentimental y frivolidad, falleciendo años más tarde en Suiza.  

 

3.- Temas principales de la novela.

 

3.1.- En busca de la autenticidad: la identidad en Carol.

 

Pero aquello no era nada, nada comparado con lo que sentía por Carol. ¿Era amor o no era amor lo que sentía por Carol? Y qué absurdo era que ella misma no lo supiese. Había oído hablar de chicas que se enamoraban las unas de las otras y sabía qué tipo de gente eran y el aspecto que tenían. Ni Carol ni ella eran así. Pero sus sentimientos hacia Carol coincidían con todas las descripciones-. ¿Tú crees que a mí me podría pasar?-preguntó Therese simplemente, sin pensar si se atrevía a preguntarlo.

 

- ¿Qué? -Richard sonrió-. ¿Enamorarte de una chica? ¡Claro que no! ¡Por Dios! No te habrá pasado, ¿verdad?

 

En lo que respecta a la literatura de Highsmith, y más concretamente a su obra Carol, uno de los elementos que más destaca es la búsqueda de la identidad a raíz de las experiencias que los personajes principales tienen que enfrentar.

 

La escasa presencia de una representación lésbica diversa y diferente a los estereotipos previos con los que la sociedad —en este caso, la de los años cincuenta— contaba, implicaba que las mujeres se vieran alentadas a cuestionar la naturaleza de sus cuerpos, aflorando debates como "si me gustan las mujeres, ¿debería haber nacido hombre?" o "¿no es ésta una actitud demasiado extraña?", sin considerar las múltiples opciones de experimentar su género de forma autónoma dentro del contexto de su identidad lésbica, con la cual se sentían plenamente cómodas. Son curiosas las palabras de Rosi Braidotti en su obra Sujetos nómades: corporarización y diferencia sexual en la teoría feminista contemporánea (1994) (2), donde alega que la identidad de los individuos no es estática, sino que está en constante cambio debido a la inherente fluidez de la misma.

 

Y es que, si se consideran las diferentes vivencias de las protagonistas Therese y Carol, ambas consideran sus experiencias con mujeres como sucesos reveladores que implican una profunda introspección, acompañados de una considerable ansiedad por desvincularse de lo que el discurso feminista crítico ha denominado comúnmente como "matriz heterosexual". Esta idea hace referencia a la concepción patriarcal de un modelo relacional socialmente aceptado en el cual se promueve la heterosexualidad como norma predominante, limitando así la libertad de elección de los individuos. Este fenómeno lleva a Highsmith —a través de personajes tanto queer como heteronormativos— a criticar y cuestionar la noción tradicional de heterosexualidad y homosexualidad, abordando al mismo tiempo las percepciones arraigadas sobre la imposición de roles de género y las diversas actitudes asociadas a ellos.

 

Por esta misma razón, en el caso de Therese, un personaje que inicialmente exhibe una inocencia y cautela notables en su conformidad con estas mismas convenciones sociales, resulta significativo el cambio que vive cuando conoce a Carol, una mujer más madura y experimentada en lo que a relaciones con mujeres se refiere. Este acercamiento lleva a Therese a cuestionar que otras identidades sexuales puedan ser igualmente válidas y aceptables, encontrando cierto desacuerdo en la idea de definirse bajo una etiqueta exclusiva simplemente por el hecho de ser mujer.

 

3.2.- La esencia de la libertad: el dilema de los personajes en Carol.

 

Ayer se dijo, o se dejó entender, que el camino que he escogido me llevaría a hundirme  en las profundidades del vicio y la degeneración humanas. Sí, me he hundido bastante desde que me apartaron de ti. Es verdad, si tuviera que seguir así y me siguieran espiando, atacando, y nunca pudiera poseer a una persona el tiempo suficiente para llegar a conocerla, eso sí sería degeneración. O vivir contra mi propia naturaleza, eso es degeneración por definición.

 

En el corazón de esta novela late un dilema tan antiguo como el tiempo mismo: el conflicto entre el deber y la libertad. Este tema está muy presente a lo largo de la obra debido al desafío al que Carol se enfrenta desde el principio de la misma: la custodia de su hija. La trama revela cómo Carol debe luchar contra un exmarido potencialmente celoso y que aún alberga esperanzas de reconciliación, actitud que hace que en diversas ocasiones sobrepase los límites en cuanto a la intimidad de Carol. Esta situación hace que las normas sociales y las expectativas impuestas por sus respectivos ambientes colisionen directamente con los deseos íntimos entre Carol y Therese, influyendo enormemente en las decisiones y destinos de ambos personajes, moldeando sus acciones y trayectorias a lo largo de la narración de manera significativa.

 

A través de esta dicotomía entre deber y libertad, Highsmith sumerge al lector en un viaje emocional y psicológico que invita a reflexionar sobre los sacrificios y las recompensas que supone perseguir la autenticidad en un mundo que impone unas normas y restricciones tan divergentes y tan hostiles con una misma.

 

Diversas corrientes del pensamiento feminista han tratado este dilema con profundidad. Un ejemplo destacado es la teoría recogida en Heterosexualidad obligatoria y existencia lésbica (1982) (3), propuesta por Adrienne Rich, figura prominente en lo que al ámbito lésbico se refiere. Rich analiza el hecho de que la mayoría de las mujeres no prefieren la heterosexualidad de manera natural, sino que esta "preferencia" ha sido impuesta por el patriarcado a través de constructos supuestamente biológicos. Según su perspectiva, las mujeres están expuestas a una constante inundación de mensajes que promueven la heterosexualidad como norma.

 

No sorprende por lo tanto que el personaje de Carol se vea expuesto a diversas figuras masculinas que intentan coaccionarla para que abandone lo que consideran "degeneración" y actos pecaminosos si desea mantener algo tan significativo como el propio contacto con su hija. Este dilema se desarrolla a lo largo de la obra, pues son numerosos los personajes que muestran su desaprobación hacia las relaciones entre personas del mismo sexo-género, contando con una cantidad bastante menor de personajes que aprueban —o simplemente sienten indiferencia— hacia este tipo de relaciones.

 

Este dilema conlleva que no solo las protagonistas se vean enfrentadas a cuestionar el valor de vivir en contra de su 'propia naturaleza', tal como Carol expresa, sino además las drásticas consecuencias que tendrán que afrontar en sus vidas. El personaje de Therese se encuentra inmerso en un debate sobre qué decisión tomar: dejar ir al amor de su vida o luchar por él, a pesar de los constructos sociales que ejercen una presión significativa sobre ella.

 

- Conclusión.

 

La novela Carol de Patricia Highsmith destaca como una obra que trasciende las convenciones literarias de su época al abordar temáticas como el amor entre personas del mismo género, y más concretamente, entre mujeres. Esta exploración es especialmente relevante considerando la notable invisibilización de las mismas en diversos aspectos de la vida cotidiana y la sociedad en su conjunto. Desde el ámbito familiar hasta las esferas laborales y las leyes que rigen la civilización, las mujeres han enfrentado una marginalización que se refleja incluso en la rápida modificación de la legalidad vigente ante acusaciones de homosexualidad o relaciones consideradas socialmente 'no normativas', como aborda la novela.

 

A través de la trama que envuelve a Carol y a Therese, Highsmith ofrece una  profunda exploración de las complejidades inherentes a las relaciones humanas y a la búsqueda de autenticidad en un mundo que con frecuencia desprecia la diversidad. Estas protagonistas, junto a personajes secundarios, actúan como vehículos para examinar los desafíos y las tensiones que enfrentan las personas que cuestionan las reglas establecidas en cuanto a identidad y orientación sexual. En efecto, la novela de Highsmith revela con sensibilidad los obstáculos y las luchas que acompañan esta búsqueda identitaria, destacando la valentía necesaria para desafiar las expectativas y los prejuicios.

 

Esta obra trasciende la mera narración de un romance prohibido y constituye un profundo estudio sobre la condición humana, desafiando las normas sociales establecidas y explorando la lucha universal por la libertad y la autenticidad individual y colectiva, mediante una representación vívida y conmovedora de las experiencias humanas.

 

Y es que esta obra no solo se distingue por su estilo conmovedor, sino también por la habilidad de Highsmith para proporcionar voz y apoyo a aquellos que enfrentan temores en su búsqueda identitaria. Este mensaje perdura a través del tiempo, recordando que lo fundamental radica en la esencia individual y en la forma en que elige reconciliarse con ella de manera auténtica y realista.

 

Carol se alza como un faro de orientación para quienes se aventuran en el viaje hacia el autodescubrimiento, subrayando la importancia de abrazar la propia identidad con valentía y determinación. Es por esto mismo por lo que Highsmith ha cumplido con creces lo que en primera instancia perseguía esta obra: inspirar y respaldar a aquellos corazones que necesitan una mano amiga.  

 

- Notas y bibliografía.

 

(1) "The Talented MS Highsmith", The Guardian, Guardian News and Media, 28 Jan. 2000, https://www.theguardian.com/film/2000/jan/28/crimebooks

 

(2) BRAIDOTTI, R., ALCIRA NÉLIDA BIXIO (2000). Sujetos nómades: corporarización y diferencia sexual en la teoría feminista contemporánea. Barcelona: Paidós.

 

(3) Rich, Adrienne. Compulsory Heterosexuality and Lesbian Existence. Antelope Publications, 1982.

 

HIGHSMITH, C. (1991). Carol. Barcelona: Anagrama.