La invisibilización de la homosexualidad femenina en 'Señoras que se empotraron hace mucho'

Reseña de Señoras que se empotraron hace mucho,

de Cristina Domenech


Por Javiera Maturana de Saavedra,

Blogger y estudiante de Literatura Comparada
en la Universidad de Granada
Su blog: http://nuntiusblog.blogspot.com/2020/07/bienvenidos.html

Instagram: @javiera_8

- Introducción.

 

Este libro trata de dar a conocer y visibilizar a las mujeres lesbianas y bisexuales de los siglos XVII-XX. Otorgándoles un lugar y el prestigio que se merecen. Nos muestra la valentía de muchas mujeres que tuvieron que vivir bajo un yugo patriarcal. Todas lucharon por sus ideales y no se dejaron avasallar por nadie.

 

Ser mujer en estos siglos no era nada fácil. Si le sumamos ser lesbiana o bisexual, su estilo de vida siempre sería criticado. No solo nos muestra una lucha contra la homofobia, sino el ideal feminista y el deseo de emancipación de muchas mujeres. La escritora, Cristina Domenech, explica la vida de todas estas mujeres con un toque pícaro y desenfadado.


1.- El libro.

 


En cada capítulo se nos relata la historia de una mujer. No solo su vida personal, sino sus logros profesionales. Así como sus inquietudes y miedos ante una sociedad prejuiciosa. Historias que han ocurrido por todo el mundo. Que desmienten las creencias de la época donde una mujer no podía tener placer sexual. O como se creía a finales del siglo XIX y el siglo XX, que las lesbianas eran unas desviadas y su atracción por otras mujeres era una enfermedad mental.

 

En este magnífico libro, nos encontramos historias con finales felices. Donde dos mujeres pudieron hacer una vida juntas y amarse tranquilamente como Las Damas de Langollen. Pero también, hay historias muy duras como la de Charlotte Charke. Que unos días se sentía mujer y otros hombre. Fue juzgada duramente por la sociedad y rechazada por su familia.

 

Historias que muestran rechazo a una pareja del mismo sexo. No solo excluyéndolas de la sociedad. Sino ridiculizándolas por ser lesbianas o bisexuales. Como fue el caso de Jane Pirie y Marianne Woods. Que tuvieron que ir a juicio para poder limpiar su reputación. O mujeres que lucharon contra los cánones de belleza femenina establecidos. Mujeres que mostraron su masculinidad femenina con orgullo como Frieda Belinfante. O una de las historias más interesantes pero nostálgicas del libro, Elisa Sánchez Loriga y Marcela Gracia Ibeas; que se vieron obligadas a huir a Argentina para poder vivir tranquilas.

 

Pero ante todo, se muestra la fuerza y coraje del sexo femenino. Auténticas profesionales en su sector como escritoras, artistas, espías, profesoras, bailarinas… Sus vidas se han visto eclipsadas por una sociedad machista. El propósito de Cristina Domenech es que sus nombres no caigan en el olvido, que sean recordadas por su trabajo y de igual manera por pertenecer a la comunidad de mujeres lesbianas y bisexuales de la época.

 

2.- La autora.



Nacida en Málaga en 1987. Cursó Estudios Ingleses en la Universidad de Málaga. Su tesis está enfocada en la perspectiva queer en el ámbito de la literatura histórica.

 

Cristina Domenech con doce años dijo que era lesbiana. Pero como es muy común, existían pocas referencias de mujeres lesbianas para una chica joven. Por esta razón, comenzó una investigación sobre mujeres del pasado que formaron parte de la comunidad LGTBQ.

 

Tras haber hecho un hilo de Twitter, donde explicaba la historia de dos mujeres que tuvieron una relación, no se esperaba que se hiciera viral. Así surge este libro, a través de la curiosidad de una mujer que quería saber de otras. Visibilizando a muchas de ellas que han estado en las sobras de la historia por el egoísmo patriarcal.

 

3.- Principales temas del ensayo.

 

3.1.- Amistad romántica.

 

Los siglos XVIII y XIX fueron destacados por la amistad romántica. Básicamente se trataba de la relación de mujeres de clase media-alta que vivían esa amistad con muchísima intensidad. Fueron muchas las parejas de mujeres que vivieron encubiertas bajo esa "amistad romántica". Este tipo de amistades estaban bien vistas por la sociedad, pero las protagonistas de este libro sobrepasaron este concepto. Como fue el caso de Anne Damer, quien tuvo que soportar habladurías y críticas por llevar la vida que ella quería y rechazar vivir al lado de un hombre. Fue pionera en el campo de la escultura, un lugar que era terreno de hombres.

 

Por aquella época se creía que la relación entre dos mujeres era totalmente asexual. Pero gracias a los diarios de Anne Lister donde habla de sexo lésbico entre otras muchas cosas, podemos observar que el concepto de amistad romántica ha invisibilizado a muchas mujeres lesbianas y bisexuales. El hecho de sentirse atraídas por su mismo sexo no era suficiente motivo para muchos historiadores para reconocer que eran homosexuales. Cristina Domenech es contraria a este pensamiento y expresa que el deseo amoroso y sexual entre mujeres ha existido siempre.

 

La amistad romántica era vista por la sociedad como algo platónico. La idea de que dos mujeres pudieran tener sexo y sentir placer era inconcebible. Es un tema que hasta el día de hoy abre debates. Existían mujeres que vivían su amistad de una manera ferviente. Pero la amistad romántica comenzaba siendo una amistad platónica entre dos mujeres, pasando a ser un enamoramiento entre dos mujeres. La falta de visibilidad de la homosexualidad femenina ha hecho que el amor o sexo entre dos mujeres se disfrace bajo la "amistad".  

 

3.2.- Visión feminista.

 

Tras leer la historia de todas estas mujeres nos queda muy claro que todas tenían un pensamiento feminista y el deseo de igualdad. Marcar esta idea con unos de las personajes más carismáticas del libro, Natalie Clifford Barney. Conocida por haber fundado uno de los círculos literarios femeninos para lesbianas más importantes de París. Donde apoyaba a las artistas a construir sus carreras. Además de luchar contra la creencia de la época de que ser lesbiana era un trauma psicológico.

 

Todas luchan contra lo que la sociedad dicta. Un matrimonio al que dedicarse en cuerpo y alma y cuidar de los hijos. Su vida iba más allá de una vida familiar. Se esfuerzan para poder realizarse como personas independientes. Además de disfrutar del sexo lésbico y no esconder quiénes eran, fueron valientes y se impusieron ante el modelo femenino de la época. Así lo hizo Julie d'Aubigny. Rompiendo las normas de comportamiento de la época provocó varios escándalos, vistiendo ropa de hombre hasta batiéndose en duelo. Tuvo una vida intensa y la vivió a su manera.

 

Pero en este libro también encontramos a grandes activistas como Marie Equi. Cuyo nombre apenas es conocido en la actualidad. Mujer que luchó por la clase obrera y practicaba abortos de manera segura y defensora del LGTBQ, entre otras cosas. Además de llevar una vida matrimonial junto a la mujer que amaba y haber adoptado a una niña.

 

Es grato leer que varias recibieron el apoyo de sus familias, como el fue el caso de Rosa Bonheur. En su caso, su padre dejó que progresara y se formara en el ámbito del animalier. Convirtiéndose en una de las pintoras más importantes del siglo XIX. También está el caso de Catterina Vizzani. Aceptada pos sus padres, ella se sentía mucho más cómoda vistiendo de una manera masculina. Incuso consiguió ayuda de un vicario. Era una mujer que conquistaba a otras y no se escondía por ser ella misma.

 

3.3.- Matrimonio homosexual.

 

Muchas de ellas tuvieron una vida con su pareja en la que desempeñaban una vida matrimonial. Pero aunque muchas estuvieran bajo el velo de la "amistad romántica", el escándalo surgía. Por mucho que se las tachara de enfermas, ellas deseaban lo que todo matrimonio heterosexual. Formar una vida juntas y ser felices. Como Elisa y Marcela, donde una se tuvo que disfrazar de hombre para poder contraer matrimonio.

 

Todos estos ejemplos de mujeres que construían una vida juntas es otra demostración de que las mujeres sí podían enamorarse de otras en estos siglos. Signo de que muchos historiadores han querido restar importancia a esto para idealizar la amistad romántica.

 

Debemos tener en cuenta que el matrimonio era una obligación social en el siglo XIX. Especialmente para mujeres en edad casadera. Pero Sarah Orne Jewett fue mucho más adelantada que esta mentalidad. Ella creía que el matrimonio no era una opción viable para todas las mujeres. Un punto de vista tan normalizado hoy en día, para los victorianos no fue nada aceptable. Sarah expresó su opinión firmemente en sus relatos.

 

De esta manera, todos los relatos de Sarah Orne Jewett tienen una visión de la mujer independiente emocional y económicamente. Dado que no necesitan la ayuda de un hombre para crecer como personas. Así queda reflejada la mentalidad de una mujer que no sentía vergüenza a la hora de decir que deseaba una "esposa" en su vida. Una mentalidad moderna para una época donde el pensamiento victoriano era el modelo.

 

3.4.- Sentimiento de culpabilidad.

 

Leyendo las historias de Señoras que se empotraron hace mucho nos damos cuenta de que en algunas había un latido de culpabilidad. Exacto, un cargo de conciencia por sucumbir al sexo lésbico. No podemos olvidar que durante los siglos XVII-XX existen unos modelos establecidos.

 

Aunque una mujer sepa que es homosexual, no puede evitar estar sometida a la ideología heteropatriarcal del momento. Esto lo podemos apreciar en Charity Bryant y Sylvia Drake que intentaban no tener relaciones, sin éxito. Es bastante llamativo que aunque vivan con la mujer a la que quieren, aún así se sienten culpables por su condición.

 

A lo largo del libro, podemos apreciar que el modelo heterosexual era el único concebido por la sociedad. Este hecho situaba en un compromiso ideológico y de culpabilidad a algunas de las protagonistas del libro. La homosexualidad femenina era un estigma. Se clasificaba como una anomalía o trastorno. No era natural para una sociedad donde la mujer debe casarse y tener hijos. Llegamos a un punto clave: este estigma queda marcado en los sentimientos de estas mujeres y les hace plantearse si llevan una vida correcta moralmente.

 

Por esta razón, vemos repetidas veces en el libro que todas estas parejas se mudan a lugares tranquilos, casas alejadas de la vista de los curiosos. Tan solo querían llevar una vida tranquila como cualquier matrimonio heterosexual, solo que a ellas no se les estaba permitido. 

 

- Conclusión.

 

La comunidad de mujeres lesbianas y bisexuales siempre ha existido en nuestra sociedad. Gracias a Cristina Domenech podemos tener más cerca la vida de estas grandes mujeres, dando su aportación en el mundo del arte y literatura, pero además por ser abiertamente lesbianas en un tiempo donde serlo era considerado un error.

 

Es un libro que puede ayudar a muchas jóvenes lesbianas y bisexuales que tienen miedo de expresar su condición sexual. Las historias que nos cuenta Cristina Domenech pueden servir de ejemplo a muchas mujeres. Un mensaje positivo en tiempos donde la homofobia sigue presente. La valentía de estas mujeres es el reflejo de vivir la vida que uno desea y no la que otros quieren. 

 

- Bibliografía.

 

DOMENECH, CRISTINA (2019): Señoras que se empotraron hace mucho, Barcelona: Plan B.

 

- Webgrafía.

 

"Mis señoras forman parte del continuo de mujeres que aman a otras, son…" (2020). Última consulta: 30 de julio de 2020. Recuperado de: https://medium.com/@casadelectoras/cristina-domenech-mis-se%C3%B1oras-forman-parte-del-continuo-de-mujeres-que-aman-a-otras-son-a22238804a09