El "todos cerdos" como justicia privada y lo que Homero no nos contó en 'Circe'

Reseña de Circe, de Madeline Miller


Por Claudia Macchiavelli

tengo 27 años y soy italiana,

llevo en Granada un año y me encanta

aunque echo de menos el mar precioso de mi pueblo en Toscana.

He estudiado cine, historia y comunicación en la universidad,

y me encanta ver como la cultura evoluciona

a medida que los tiempos van cambiando.

Mi misión principal es buscar la belleza de las pequeñas cosas

y nunca ser una persona indiferente.

Mi lema es: "Mantén siempre los ojos bien abiertos".

claudia.macchiavelli@libero.it

 

- Introducción.

 

¿Cómo es posible que un libro sobre la hechicera Circe sea al mismo tiempo un reflejo tan perfecto de la sociedad en que vivimos? ¿Cómo es posible que los hechos fluyan bajo nuestros ojos dejándonos una sensación conocida, como si se tratara de un déjà vu? El talento de Madeline Miller, escritora de nuestra época, es evidente en el momento en que traza la historia de un mundo lejano en el tiempo y en el espacio en el que sin embargo se pueden apreciar las coordenadas de algo que trágicamente nos pertenece.

 

La violencia de género, la relación entre abuser (abusador) y víctima, el patriarcado (tan odiado pero a la vez visto como algo reconfortante y cómodo), la lucha por la supervivencia de una víctima que termina siendo una ganadora, una verdadera survivor (superviviente), un apodo tan potente y al mismo tiempo portador de una carga de sufrimiento enorme. Hay temas que nunca dejan de ser actuales pero los que he mencionado no han estado llamados por su nombre hasta hace poco, porque son argumentos incómodos con los que puede que se derrumben todas la creencias arraigadas en nuestra sociedad.

 

Hasta hace pocos años ciertos mecanismos eran considerados normales y por lo tanto eran generalmente aceptados, como si fueran el natural curso del mundo, sin necesidad de hacer ni hacerse muchas preguntas. Sin embargo, hoy en día se están abriendo las puertas a un cambio radical y no tiene nada que ver la cancel culture (cultura de la cancelación) sobre la que muchos hablan: tomar conciencia no supone la eliminación de la faz del planeta del gran número de productos artisticos, literarios y cinematográficos que han representato y apoyado de forma más o menos directa el patriarcado, la desigualdad y la violencia de género, pero significa dejar de una vez de normalizar estos patrones tóxicos. Por ejemplo, esta historia sobre Circe nos enseña que antes de juzgar a una mujer por sus actos sería mejor callarse y escuchar lo que tiene que contar. La historia de Circe representa también la historia de todas la mujeres contada por su propia voz, por fin sin ser interrumpidas por parte de quien cree saber más sobre ellas, incluso más que ellas mismas.

 

1.- El libro.

 


Si tenéis un mínimo de conocimiento sobre la mitología griega, tendréis que dejarlo de lado para leer (o más bien, escuchar) la historia de uno de los personajes más controvertidos de la 'Odisea': Circe. Leyendo la historia escrita por Homero, sabemos que se trata de una hechicera que sirviéndose de trucos de seducción atrae a los hombres para convertirlos en cerdos. Sin embargo, no sabemos el verdadero por qué de su comportamiento y Madeline Miller tiene precisamente este propósito: dar voz a quien nunca ha tenido la oportunidad de contar su propia versión de la historia.

 

Está claro que alguien podría pensar que, tratándose de un personaje de ficcíon sea bastante inútil investigar su pasado, sobre todo si el protagonista es otro, como en el caso específico de la 'Odisea'. Pero es muy importante empezar a entender el significado y la relevancia sociocultural que tiene cierto tipo de narración, y sobre todo la repercusión para los lectores. Un personaje nunca es sólo un personaje, también es el reflejo de su creador, de la época en que ha vivido y del contexto social, político y cultural en que dicho personaje ha visto la luz. Madeline Miller no quiere ni poner en duda la grandiosidad de Homero ni cambiar por completo los acontecimientos; de hecho, parte de la descripción que Homero hace de Circe para construir toda su reflexión: él la describe como una diosa que habla de la misma forma que una mortal. Miller quiere descubrir lo que hay detrás de esta definición y con este objetivo deja hablar a Circe en primera persona para que nos cuente su propia historia hacia la conciencia de su poder.

 

Es muy importante leer este libro para nosotros, hombres y mujeres de nuestra época, para no dar por sentado que existe sólo un tipo de narración y que tenemos que aceptar con los ojos cerrados un punto de vista antiguo y anacrónico, según el cual los verdaderos protagonistas de las historias más emocionantes son siempre los héroes. Este libro representa ir más allá, investigar otros puntos de vista y también la prueba de que las historias épicas no hablan sólo de feroces batallas, monstruos legendarios y princesas en peligro; a veces son la historia de quien ha intentado salvarse y lo ha logrado a pesar de todo, también a pesar del mismo destino.

 

Es una novela muy poco heroica, más bien es una historia humana; la psicología de cada personaje es muy sofisticada y se puede apreciar un análisis antropológico sobre la inmensidad del género humano, con todas sus maravillas pero también con sus miserias. Circe nos cuenta su vida como nunca la habíamos leído antes: desde muy pequeña se da cuenta de que es muy distinta de sus padres, de sus hermanos y de los dioses que la rodean, y nota un sentimiento de rechazo hacia este mundo caracterizado por la envidia, la ociosidad y la maldad.

 

Circe es una diosa pero en esta novela está muy marcada la contraposición entre ella y los demàs dioses, aunque todos son prisioneros de una manera u otra, porque "una jaula de oro no deja ser una jaula" (Circe, cap. 11, pág. 162). Es como si ella fuera una de nosotros, una mujer mortal: ella quiere entender el mundo, pero sobre todo conocerse a sí misma, borrando poco a poco la opinión despectiva que los demás han tenido de ella toda su vida. Es una mujer que va descubriendo el alcance de sus poderes con dedicación y determinación (dos cualidades que generalmente le faltan a los dioses, famosos por obtener lo que quieren sin el mínimo esfuerzo) y en el camino hacia la auto-afirmación cometerá algunos errores, como nos pasa a todos nosotros.

 

Es un personaje a años luz de distancia del egoísmo del padre, de la frialdad de la madre y de la maldad de la hermana, y también es distinta de la mayoría de los mortales que encontrará. Es una mujer única y resulta imposible inscribirla en ninguna categoria específica porque sobre todo es una mujer libre, pero para alcanzar este resultado y ser consciente de ello necesitará un tiempo, un tiempo a menudo doloroso, culpable y solitario. Apenas se dé cuenta de su verdadero poder será imparable.    

 

- 2. La autora.

 


Madeline Miller nació en Boston (Estados Unidos) el 24 de julio de 1978. Se licenció en Filología Clásica en la Brown University de Nueva York y enseña latín y griego. Su primera novela es La canción de Aquiles (2011), que publicó después de diez años de mucho trabajo; por esa razón en una entrevista en The Guardian, habla de sí misma como una "very slow writer", es decir, una escritora muy lenta.

 

Su fascinación por el latín y el griego se remonta a su infancia y también su amor por la escritura, afición a la que dedica cada momento disponible, escribiendo sus historias incluso en las cajas de cereales. Su amor por la historia clásica es evidente en cada página de sus novelas por su trabajo de investigación, por la elección minuciosa de las palabras utilizadas y por el retrato psicológico que consigue hacer de cada personaje,  dándole vida y devolviéndole la dignidad que las historias contadas por los antiguos pueden haberle quitado por una razón u otra. Antes de hablar sobre héroes y dioses, Miller habla de seres humanos, independientemente de sus poderes y sus hazañas; sus personajes se desvelan página tras página y así conseguimos descubrir su carácter y su manera de pensar.

 

Miller posee una visión contemporánea desde la que investiga sobre todo cuestiones de carácter feminista, porque "humillar a las mujeres parece ser el pasatiempo predilecto de los poetas. Como si no pudiese haber historia a menos que nos arrastrásemos y sollozásemos" (Circe, cap. 16, pág. 233) y su propósito es combatir este modus operandi perteneciente a un pasado rancio para que la mujeres puedan relucir en el camino hacia la toma de conciencia de ellas mismas y de su propio poder. Sus dos novelas han ganado el Women's Prize for Fiction, un premio literario inglés que se concede a mujeres escritoras, las únicas admitidas en este concurso.

 

3. Principales temas de la novela.

 

- 3.1. Circe, una survivor.

 

Para que una mujer sea definida survivor (superviviente) trágicamente tiene que haber sido anteriormente una víctima. Convertirse en una superviviente significa valerse de sus propios recursos (que no son iguales para todas las mujeres, ya que cambian en función del carácter, de la psique, de la educación, de la familia, de la clase y de la condición social) y conseguir rescatar su propia dimensión personal, o más bien descubrir una nueva que hasta este momento no ha podido tener en cuenta.

 

Circe crece en un contexto familiar y social que permite y fomenta la trágica aceptación de patrones abusadores que marcarán su vida para siempre. Su madre Perse es una ninfa que de joven tenía el único objetivo de casarse con un buen marido como un buen partido para conseguir una condición social elevada; no tiene ningún sentimento hacia su hija y de hecho expresa a menudo su disgusto. Su padre Helios es el dios del sol, un tirano egoísta y egocéntrico, cree que todo es debido a él y es muy consciente del poder que ejerce sobre los demás. Su hermana Pasífae y su hermano Perses le hacen la vida imposible. Circe es muy distinta de su familia y de los dioses que la rodean, tanto en el físico cómo en la actitud, totalmente libre de travesura y de maldad. Crece constantemente criticada y torturada por parte de quienes habrían tenido que ser los primeros responsables de su serenidad. Si todo esto para un mortal es muy difícil de aguantar, imagínense la perspectiva de la persona que posee el don de la inmortalidad y que entonces es consciente de que la cadena de maltratos podría ser posiblemente infinita.

 

Circe en el día a día se enfrenta a la indiferencia y a la maldad de los de su clase, pero sobre todo con el egoísmo del padre que la utiliza como moneda de cambio para no incurrir en la ira de Zeus y que la exilia en la isla de Aeaea. A largo plazo, éste será el mejor regalo involuntario que hubiera podido hacerle, pero tendrá que hacer un recorrido muy difícil para llegar a entenderlo. En Aeaea, Circe descubrirá su verdadero poder y aprenderá a dominarlo, pero durante mucho tiempo seguirá sintiendo sobre sí el peso del pasado, sentimientos de culpabilidad y la errónea certeza de que no existe nada más en el mundo sino el sufrimiento y la miseria del alma.

 

Además, por si no fuera bastante, es víctima de una violación grupal en un momento en que estaba a punto de empezar a confiar en su poder y con ganas de que alguien parara en su isla. Para aquellas mujeres que sufren maltrato de forma sistemática a cualquier nivel, es normal presentar un abanico de reacciones más o menos amplio pero lo que es el común denominador es el miedo a denunciar, el miedo a contarle a alguien lo que ha pasado, sobre todo cuando el abuso no es visible en el cuerpo bajo forma de moratones, ojos negros y fracturas, sino que es psicológico. El temor principal es que los demás no te crean y que te digan que quizás has sido tú la responsable, por culpa de tu actitud equivocada. Circe no sabe a quién accudir porque sabe que sus palabras no tendrán ninguna importancia, y por eso elige la vía de la justicia privada sirviéndose de sus poderes para convertir a estos hombres en cerdos; quiere que su aspecto sea el reflejo de su interior.

 

En este libro hay muchos personajes femeninos, y todos de una forma u otra son victimas más o menos conscientes del mismo sistema y cada uno de ellos tiene su manera de reaccionar frente a las circunstancias. Por ejemplo, Pasífae lo hará teniendo una actitud cruel hacia los demás; Medea instaurará un vínculo de dependencia con el hombre al que quiere y que no la corresponde; Penélope será una mujer impenetrable e imperturbable; y Circe se protegerá a sí misma detrás de una especie de despiadada frialdad porque no sabe qué hacer para salvarse, no dispone de las herramientas para actuar de otra manera.

 

A menudo la víctima termina por creer que tiene que bastarse a sí misma, y no en un sentido positivo según el cual alcanza su propia independencia psicológica y emocional, sino porque no puede hacer otra cosa, o más bien porque cree que no tiene más opciones. Sea cual sea su recorrido, esta mujer será una survivor porque ha sobrevivido lo mejor posible, aunque cargará con cicatrices indelebles de las cuales sólo ella puede hablar, de las cuales sólo ella conoce el perfil, el color y el nombre. Si una persona tiene la suerte de no entender el significado profundo de este discurso, tiene que entender que es titular de un privilegio y que, al mismo tiempo, su propia experiencia afortunadamente positiva no puede ser considerada como válida universalmente, al contrario de la violencia de género que sí lo es, desgraciadamente.

 

- 3.2. Boys will be boys: el derrocamiento del héroe clásico.

 

Estamos acostumbrados a pensar en el héroe en sentido estricto, es decir, como un personaje con poderes extraordinarios, capaz de hazañas fuera del alcance de la mayoría de los seres humanos. Este concepto lo aprendimos por la familia, la escuela, la literatura, el cine, la televisión y este bagaje cultural se impone en nuestra conciencia y de hecho no deja espacio para una lectura alternativa. Detrás de todas las hazañas épicas hay muerte, saqueo, destrucción y, por último pero no menos importante, la violación, que es la reina de las demostraciones de poder. En este libro se expresa la urgencia de revisar las cosas desde otra perspectiva para entender lo poco oportuno que es cincunscribir al ser humano en una categoría tan limitante como la del héroe. Ser hombres de bien no significa recibir honores y coronas de laurel, porque debería ser lo normal, un comportamiento de persona civilizada, y sin embargo por lo visto parece que se haya convertido en un pretexto para lucir la medalla que lleva escrito encima el lema "not all men", es decir, "no todos los hombres".

 

Odiseo, hombre de extraordinaria inteligencia, muy enamorado de su mujer Pénelope, es uno de los héroes más valientes entre los griegos, pero aquí se describe teniendo en cuenta también el otro lado de la medalla: es un soldado capaz de realizar toda clase de cosas horribles, también contra niños indefensos, en nombre de la victoria de su bando.

 

Los hombres que violan a Circe también son héroes o, de alguna forma, son personas que en su día se distinguieron por alguna hazaña. Sin embargo, el compañero del éxito es a menudo el deseo de imponer a los demás el poder que es consecuencia directa del éxito, sobre todo a las mujeres, vistas como trozos de carne sin derecho a opinar. Circe nos cuenta que ella y las otras ninfas son consideradas un rico banquete tanto por parte de los mortales como por parte de los dioses, objeto de su deseo "al que se le daba muy mal huir" (Circe, cap. 15, pág. 221). No son muy bien vistas las mujeres que se conceden para disfrutar libremente, sino las que siguen el juego presa-cazador tan persistente en todas las épocas históricas. Huir para ser capturada entra a formar parte del imagínario erótico que en realidad oculta algo más, concretamente una reflexión insuficiente (o más bien ausente) sobre el concepto de consentimiento. El hombre se convierte en cazador en busca de la mujer-presa y ella tarde o temprano tendrá que enfrentarse a su destino y sucumbir sin tener ninguna elección.

 

Si estamos acostumbrados a asistir al desarrollo de estos patrones en literatura, en el arte, en el cine, tenderemos siempre a creer que es algo normal, idealizando toda una serie de comportamientos tóxicos, mientras en realidad deberíamos recordar que son representaciones de lo que la sociedad ha utilizado para fortalecer su estructura. Nos enseñan que los hombres son así debido a su naturaleza y esta justificación sienta las bases según las cuales para una mujer que es victima de maltrato es prácticamente imposible tener una red de seguridad. Circe no la tenía (como muchas mujeres que son llamadas histéricas, locas, exageradas, juzgadas por alguien que debería protegerlas) y elige saciar su sentimiento de venganza a través de sus poderes. Convertir a los hombres en cerdos significa devolverles por lo menos una parte de la humillación sufrida y es lo que pasa metafóricamente en el momento en que una mujer no recibe el apoyo adecuado, aunque sea sólo un poco de credibilidad, por parte de los que la rodean y por parte de las instituciones. Incluso el hombre será justificado por comportarse de una cierta manera por parte de la misma sociedad, y no será posible centrarse en la mujer y en su historia, porque simplemente no se sentirá la necesidad de hacerlo. Siempre habrá menos mujeres capaces de contar su historia y que pensarán que están equivocadas.

 

Los hombres positivos presentes en este libro nos cuentan otra cosa: no dicen simplemente que son diferentes de los demás y que por eso se merecen un agradecimiento, sino que pagan un alto precio por no querer ser como los demás. Prometeo, Dédalo, Telégono y Telémaco podrían ser aquellos "not all men", pero en realidad no es posible reducirlos a una categoría de este tipo: ellos asumen su propia responsabilidad civil y moral por ser hombres y condenan la conducta despreciable de los demás. Ser un hombre quizás significa no girar la cabeza para otro lado y oponerse firmemente a patrones de conducta que no se pueden apoyar; también puede significar alejarse activamente, no callarse detrás de la excusa de "yo estoy hecho así"; quiere decir luchar directamente contra quien no ha entendido que ser un simple peón de una estructura social es al fin y al cabo ser el verdugo más o menos consciente de una mujer.

 

Es muy importante entender que no estamos hablando sobre odiar a los hombres en cuanto tales, no hay ninguna guerra contra ellos: es una llamada para una verdadera toma de posición, para un alejamiento activo de los patrones perpetrados hasta ahora y para ser por fin verdaderos aliados, sin esperar la medalla del héroe. Si como he dicho al principio de este capítulo es cierto que en el imaginario colectivo los héroes son aquellos capaces de hazañas extraordinarias fuera del alcance de la mayoría de la gente, ésta es una hazaña para personas normales y quizás sea por eso más potente.

 

- 3.3. Circe, una feminista ante litteram.

 

Circe es sin duda una hechicera poderosa, una diosa con los ojos amarillos que brillan como un faro en la noche, pero lo que más nos produce un sentimiento de cercanía hacia ella es el hecho que que sea una mujer tan "mortal", con todo lo que conlleva serlo. No hace falta leer únicamente sobre hazañas espectaculares, porque necesitamos sobre todo unas historias reales sobre el logro del poderío personal, cualquiera que sea la manera de conseguirlo. Circe, al igual que nosotras, tiene dudas, inseguridades, no reconoce su proprio valor por culpa de las secuelas dejadas por su entorno, no quiere hablar de su pasado y no consigue pensar en el futuro; en cuanto nos demos cuenta, como ella, de que tenemos un enorme valor, entonces nos convertiremos nosotras también en hechiceras capaces de modelar nuestra vida por fin a nuestra imagen y semejanza, sin tener en cuenta lo que dicen los demás que nunca han hecho el esfuerzo de ponerse en nuestro zapatos para entender nuestro recorrido.

 

A este respecto, es importante ver cómo Circe toma la decisión de tener a su hijo Telégono sin la ayuda ni el apoyo de nadie, y se enfrenta lo mejor que puede a todos los problemas que van surgiendo, porque a pesar de la desesperación cuando lo escucha llorar ella está llena del amor que siente. Nos enseña que es el amor lo que nos salva de una forma u otra, sobre todo el amor propio y la conciencia de nuestras propias capacidades, y ésta es la magia más poderosa porque es diferente para cada una y válida de la misma manera. No hay un hechizo específico, pero Circe nos enseña también que las palabras salen solas en el momento oportuno y la conciencia por fin puede ensancharse y tomar el sitio que le corresponde. 

 

"Se suele decir que las mujeres son criaturas delicadas, como flores, huevos, cualquier cosa que pueda quebrarse con un descuido momentáneo. Si alguna vez lo creí, dejé de creerlo" (Circe, cap. 21, pág. 352).

 

- Conclusión.

 

Ésta es la historia de una superviviente precisamente desde su propio punto de vista. No son los demás quienes cuentan su historia, filtrando a través de sus ojos el pasado de esta mujer; este libro representa su espacio personal. Madeline Miller por fin ha dado voz a las personas que tienen el verdadero derecho a hacerlo, que pueden contar en primera persona las cicatrices con las que cargan todos los días; las únicas personas capaces de contar lo que significa ser víctima de maltrato y lo que ha significado por ellas el camino hacia la toma de conciencia y luego hacia la salvación. Circe es la historia de una mujer que se descubre a sí misma, a su poder, a su valor, y reivindica la libertad de su cuerpo y la libertad de pensamiento y de acción.

 

Pensando en este libro en su totalidad, lo veo como un paso adelante en la conciencia de cada uno de nosotros por lo que respecta a la posición de la mujer en la sociedad. Ciertamente este libro no llegará a cambiar las cosas pero es una gota fundamental en este gran océano, es decir, una contribución directa y palpable para la causa. Es un libro para practicar el propio espíritu crítico y para descubrir que más allá de una historia hay mucho más. Como he escrito antes, un personaje nunca es sólo un personaje y lo mismo vale para esta historia narrada.

 

Aconsejo este libro a todos los que desean empatizar con los personajes porque es lo que hacen también en la vida real, pero tambíen lo aconsejo a quien le cuesta mucho hacer esto en su día a día: tómenlo como un ejercicio más necesario que nunca para ir más allá de la superficie con el intento de adentrarse en una materia que pertenece a todos nosotros como género humano, y que no es otra cosa que la comprensión del otro. Este libro es un rechazo hacia la indiferencia porque nosotros los seres humanos vivimos de relaciones con los demás y no podemos nunca más mirar hacia otro lado. Es una toma de posición importante y valiente: espero que os sea útil, como lo ha sido para mí.

 

- Bibliografía.

 

COCHRANE, K. (The Guardian, 02/06/2012): Madeline Miller: 'I'm a very slow writer!':

https://www.theguardian.com/books/2012/jun/02/madeline-miller-orange-prize-achilles

 

MILLER, M. (2018), Circe. Madrid: AdN Alianza de Novelas (Alianza Editorial, S.A.)