Los inicios del ecofeminismo en 'Feminismo o muerte' de Françoise d'Eaubonne

Reseña de Feminismo o muerte, de Françoise d'Eaubonne

 

Por Axelle Béclair

 

- Introducción.

 

Se trata de arrancar el planeta al macho de hoy para restituirlo a la Humanidad de mañana… Porque si la sociedad macho perdura, no habrá mañana de Humanidad.

 

Feminismo o muerte es un libro clave del pensamiento y de los movimientos feministas. Aunque más reconocido de manera póstuma gracias a reediciones, ha quedado como un pilar en un giro hacia el feminismo más radical.  Por primera vez es definido el ecofeminismo. Desde un punto de vista por supuesto francés, incluso occidental, la autora abre los movimientos feministas a una gran revolución de nuestras sociedades que ella califica de "patriarcales falocráticas".

 

1.- El libro.

 

Feminismo o muerte es un ensayo escrito durante los años setenta por una autora francesa en un contexto entonces muy influenciado por las huelgas del mayo del 68. Pero aquí la autora no solamente llama a la revuelta de las mujeres. Deconstruye completamente su posición actual (en el momento de la escritura, que honestamente no cambió mucho), para analizar las razones de su sumisión en comparación con el "macho", él, en un lugar de dominación, en una jerarquía completamente absurda.

 

Este ensayo no se parece a una novela clásica, con protagonistas, descripciones o diálogos. Es más bien como una carta abierta por un lado a las mujeres, y por otro lado a los hombres heterosexuales. De hecho, d'Eaubonne llama a las primeras a darse cuenta del tratamiento que reciben, les dice que ahora más de la mitad de la población está debajo de un poder como "esclavas", y que éstas son ellas mismas. A los segundos, describe la desgracia en la cual nos han puesto. Denuncia con la ayuda de testimonios, de estadísticas, análisis cómo los "machos" han creado una sociedad que acabará con su propia muerte, con en primer lugar el silenciamiento de las mujeres y finalmente con la destrucción del planeta.

 

Desde el estudio del tratamiento del cuerpo de la mujer, d'Eaubonne denuncia la subjetivación de que es objeto, pero no solamente eso. Abre el debate sobre un feminismo que no puede pararse en la única defensa de los derechos de la mujer, sino en la inclusión de los homosexuales, y de manera general propone la destrucción del sistema actual para crear una nueva humanidad.

 

Según ella, lo único que podría salvarnos sería un giro radical gracias a una gran revolución de los despreciados por la sociedad patriarcal falocrática.

 

2.- La autora.

 

"Solamente soporto la idea de una lucha si desemboca, como el río en el mar, en el combate de la Totalidad". Aquí está la principal tesis, la primordial, de Françoise d'Eaubonne que no puede resumir sino revelar su personalidad. Marie-Jo Bonnet, historiadora francesa, especialista de la Historia de las mujeres ha añadido: "Siempre fue a la vez radical y profundamente pacifista, humanista". Y esto podría explicarse por su trayectoria vital.

 

En 1920, Françoise Marie-Thérèse Piston d'Eaubonne nació en una familia de cuatro hermanos. Su padre, que tiene una salud frágil, es gaseado después de regresar de las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Su madre debe entonces renunciar a su carrera de matemática para ocuparse de sus hijos cuando era una de las primeras mujeres en alcanzar estudios científicos en la facultad de ciencias de París. Françoise se sensibiliza entonces muy pronto con las desigualdades vividas por las mujeres. Asimismo, sus dos padres fueron militantes, aunque en un ámbito alejado de sus valores: Le Sillon. Es entonces en un contexto aclarado por el militantismo que d'Eaubonne va a desarrollar su inclinación por el activismo.

 

Poseedora del bachillerato, se alistó luego en la Resistencia en 1942 en contra del nazismo y publicó al mismo tiempo sus primeras poesías y su primera novela. De hecho, desde pequeña, mantiene una tendencia por la escritura. Ganó su primer premio a los trece años en un concurso de novelas. Su éxito continúa cuando recibe más tarde en 1947 el "Prix des lecteurs au cercle Interallié" (Premio de los lectores del círculo "interaliado") por Comme un vol de Gerfauts (Como un vuelo de Gerifaltes). A su espiritu militante se añade una lectura determinante: Le Deuxième Sexe (El Segundo Sexo) de Simone de Beauvoir. A partir de ahora, gracias a sus opiniones feministas, altermundialistas, independentistas, abolicionistas de la pena de muerte y del sistema capitalista patriarcal en general, Fran-çoise d'Eaubonne aparece como una defensora de la Humanidad. Y es en este sentido que inventa el término "ecofeminismo".

 

Aunque conocemos más de ochenta obras, y todavía más renombradas después de su muerte en 2005, d'Eaubonne es no "solamente" una escritora sino también una militante sobre el terreno y particularmente con la co-fundación del "Mouvement de Libération des Femmes" (Movimiento de Liberación de las Mujeres) en 1968.

 

3.- Temas principales del ensayo.

 

Por supuesto, una obra que trata de una refundación total de la sociedad para crear una Humanidad nueva trata de nombres, de sujetos. Aquí, decidí elegir lo que me parecía lo más coherente, pero es necesario tener en  mente que no se limita a esos sujetos.

 

3.1.- Feminismo o muerte, un libro que trata sobre los objetivos del planeta.

 

Hoy difícilmente se encuentran sociedades matriarcales. Es verdad que un poder tenido completamente detenido por las mujeres es raro. Pero, si Françoise d'Eaubonne quería un movimiento para destruir el movimiento patriarcal, quizás olvidó que había algunas pequeñas sociedades que están gobernadas por las mujeres. Karolin Kluppel, fotógrafa alemana ha seguido por ejemplo a la sociedad Moso, al pie del Himalaya. En ella las mujeres están en el centro. Se habla más de una sociedad matrilineal, donde las madres transmiten los apellidos, la educación. Según la tradición, las mujeres practican una forma de matrimonio libre en el cual pueden cambiar de marido por sus propios medios, y les visitan solamente durante la noche. Sin embargo, a causa de la mundialización, es cierto que esta última sociedad pierde sus tradiciones.

 

Siguiendo nuestro viaje fuera del mundo occidental, es interesante recordar que tal vez una gran reforma no sería la solución para todas las sociedades. Una analogía traída por los pelos quizás, pero es necesario reconocer que las revoluciones occidentales no son las respuestas adaptadas a sociedades que tienen culturas diferentes, como lo hemos podido ver después de la invasión de los EE.UU. en Irak. Imponer ideologías del mundo occidental, incluso con la mejor intención que d'Eaubonne tendría, que es salvar a la Humanidad, necesitaría un acompañamiento particular o una ignorancia de sus valores que podría provocar desastres.

 

Asimismo, podríamos ver que en los países del mundo occidental pero con una influencia católica como España, los derechos sobre el aborto por ejemplo fueron difíciles de alcanzar: "muerta la madre, ojalá que el feto viva, incluso si tiene una suerte ínfima de no seguir a la madre en la muerte", dice Françoise d'Eaubonne.    

 

Para concluir esta primera parte, debemos reconocer que en este libro, Françoise d'Eaubonne no oculta a las mujeres de África, Asia o América del Sur. Denuncia la ablación en Etiopía, la ocultación de sus propios sentimientos en China o el analfabetismo de las mujeres en Brasilia. Sin embargo, es cierto que estos países están puestos de lado en el ámbito del activismo en el momento de la escritura del libro. Por ejemplo, d'Eaubonne habla de un Congreso "Internacional" de las mujeres en 1971, que en realidad representaba solamente a EE.UU. y a Europa. Así, ver que hoy las mujeres de Argentina han peleado por la legalización del aborto que ocurrió en 2020 es un paso adelante del cual d'Eaubonne podría estar orgullosa.

 

3.2.- El cuerpo de la mujer, objeto de subjetivación de los hombres y origen del combate de d'Eaubonne para una mutación ecofeminista general.

 

Este progreso sobre el derecho al aborto es por cierto un gran paso positivo (aunque no suficiente) sobre la lucha por una nueva Humanidad. De hecho este combate, según la autora, empezará con la recuperación de la mujer de su poder sobre su propio cuerpo.

 

Françoise d'Eaubonne explica de una manera clara que la base de la lucha se queda en los brazos del cuerpo de la mujer. Con su poder, querido o no, de poder alumbrar la mujer tiene naturalmente una ventaja en comparación con el "macho". Su biología la ayuda a controlar la demografía, y entonces el futuro. Sin embargo, este poder de la fertilidad fue retirado a las mujeres por los hombres con algunos objetivos descritos por d'Eaubonne como: castigar a la mujer de su propia condición, reinar sobre los más débiles, o prolongarse gracias a los hijos. Y para alcanzar estos objetivos el "macho" encadena a la mujer en un sistema en el cual sufre de violación, donde no tenía acceso al aborto o a la contracepción. Con esta prisión alrededor de su cuerpo la sociedad patriarcal falocrática da al "macho" el control sobre los nacimientos, y así del resto del funcionamiento de la sociedad.

 

Esto explica según la autora por qué en algunas sociedades la prostitución molesta tanto. Desde un punto de vista, la mujer obedece a la voluntad del "macho" de la reificación de ella en un objeto de sexualización ya sea por satisfacer su ansias aberrantes o ya sea por explotar su útero. Pero desde otro punto de vista, la mujer puede tener "la pretensión de monopolizar todas las relaciones sexuales". Así, la militante exhibe la menopausia como un momento de liberación del ojo del macho sobre el cuerpo de las mujeres como una "posibilidad de defensa y de seguridad".

 

Porque si durante toda su vida la mujer está limitada a su físico de múltiples maneras, esto se ve más en el ámbito del trabajo. D'Eaubonne cita lo que Fanny Deschamps, otra autora francesa, ha relevado de un testimonio de un director de empresa en su libro Ils parlent d'elles (Hablan de ellas): "Si una mujer no me gusta de aspecto, no puedo quedarme al lado de ella. No puedo soportarla, tiene que irse". Así, en un lugar donde lo único que debería contar serían las cualidades internas de una persona, el físico de la mujer siempre es un tema de subjetivación.

 

Sin embargo, el cuerpo de la mujer no es solamente explotado por su aspecto subjetivo de hermosura, sino también como objeto de trabajo gratuito. La mujer siempre debe encontrar un equilibrio entre el trabajo llamado "productivo", que puede traer dinero para la familia, porque es el único trabajo que es considerado como útil, pero tiene también que ocuparse del bienestar de la familia. Así, antes y después de su día de trabajo, la mujer sufre una "doble carga" a causa del trabajo doméstico, todavía considerado como la prioridad natural de las mujeres. Pero la autora añade que sin este segundo trabajo dado por las mujeres, la economía no podría funcionar y sin eso los machos estarían perdidos.

 

Así, responsables del mal del mundo, Françoise d'Eaubonne llama a una mutación global con un reto principal: arreglar el crecimiento demográfico para salvar al planeta. Es aquí cuando nació el término de ecofeminismo. Es solamente el derrocamiento del poder atribuido por los machos, a los machos, por las mujeres lo que podría salvar el planeta. Según ella, el antiguo feminismo está muerto porque se ha concentrado sobre el sufragio universal solamente. El feminismo actual no puede concentrarse sobre reivindicaciones tan precisas sino sobre un giro radical y general, porque "se trata de vida o muerte".

 

Por eso es menester, después de la obtención de derechos sobre el cuerpo de la mujer, lograr un equilibrio salarial y su emancipación, ir tras metas más grandes y acabar con el modelo heterosexual como norma.

 

Porque sí, el ecofeminismo no solamente se concentra en los derechos de las mujeres, sino también en los de todas las minorías como los hombres homosexuales que sufren de este modelo sexista y heterosexual: el modelo "hétéroflic" (heteropolicial), en el cual los símbolos que encarnan el poder serían los asociados a la masculinidad estereotipada.

 

- Conclusión.

 

Para concluir, Feminismo o muerte abre la lucha a una escala mucho más grande que nuestras reivindicaciones individuales. Nos fuerza a reflexionar a veces con un tono alarmista pero quizás necesario. Aunque haga muchas referencias que podrían volver el libro un poco más complicado de leer y de seguir, la mezcla de testimonios, estadísticas, observaciones y análisis nos da cuenta del estado de nuestras sociedades. Así, nos hacemos parte de la reflexión y de la lucha. Porque ninguna persona de bien podría permanecer impasible.

 

- Bibliografía.

 

D'EAUBONNE, F. (2024).- Feminismo o muerte. Barcelona: Verso Libros.