La literatura como herramienta para la memoria histórica de las mujeres en 'El buzón de las impuras' de Francisca Solar

Reseña de El buzón de las impuras, de Francisca Solar

 

Por Rosario Cordero

 Soy profesora de primaria y una apasionada de la lectura.

Siempre busco nuevas historias que me inspiren y emocionen.

 

- Introducción.

 

El buzón de las impuras es una novela escrita por Francisca Solar que combina historia, ficción y crítica social. Ambientada en Santiago de Chile durante el año 1863, la novela reivindica una de las tragedias más conmovedoras de la historia de este país: el incendio de la iglesia de la Compañía de Jesús, en el que más de 2.000 mujeres perdieron la vida. A través de la ficción, la autora da voz a las víctimas cuya historia fue silenciada y denuncia las desigualdades y abusos que enfrentaban las mujeres en una sociedad patriarcal, profundamente influenciada por la Iglesia Católica.

 

Con una prosa que conjuga sensibilidad y profundidad, la autora nos invita a reflexionar sobre temas como el rol de la mujer en el siglo XIX, la influencia de la religión en las dinámicas sociales y la importancia de recordar el pasado para avanzar hacia una sociedad más justa.

 

1.- El libro.


 

La historia transcurre en un contexto histórico real, retratando los eventos que llevaron al incendio de la iglesia de la Compañía de Jesús el 8 de diciembre de 1863. Las protagonistas forman parte de las "Hijas de María", un grupo de mujeres laicas de la alta sociedad que bajo la supervisión de la congregación de los Jesuitas se reunían para orar y acompañarse mutuamente. Estas mujeres, atrapadas en una sociedad que las confinaba a roles domésticos y sociales estrictos, encontraron en este grupo un espacio de intimidad y apoyo.

 

El libro comienza la mañana siguiente al incendio, cuando se lleva a cabo el difícil proceso de identificación de los cadáveres de las víctimas. Debido a la magnitud del fuego, la mayoría de los cuerpos están irreconocibles. Hasta ese momento, de las más de 2.000 víctimas, solo se ha logrado identificar a siete, lo que evidencia el devastador impacto de la tragedia y el horror de lo sucedido. En medio de este escenario desolador, entre las ruinas calcinadas, se encuentra uno de los pocos objetos que logró resistir a las llamas: un buzón de confesiones. En él las mujeres depositaban sus pensamientos más íntimos, confesando sus deseos, miedos y culpas a la Virgen María. Este objeto que sobrevive a la tragedia es conocido coloquialmente como "el buzón de las impuras" y conoceremos su historia en el transcurso de la novela, que nos hará retroceder un mes para reconstruir los hechos que llevaron al incendio.

 

La trama se centra principalmente en la familia Aguirre Vanderbilt, cuyos miembros representan distintas facetas de la sociedad de la época. La madre, profundamente devota de la Iglesia Católica y de la Virgen María, rige su vida con estrictos principios religiosos. El padre, un hombre severo y autoritario, está obsesionado con mantener la posición social de la familia y garantizar que cada miembro cumpla con su rol asignado. Entre los hijos, el primogénito, Beltrán, es un joven con una discapacidad que lo obliga a usar silla de ruedas. Amante de la música y el canto, su pasión es constantemente reprimida por su padre, quien le prohíbe dedicarse a ello. Helena, la hermana menor, es una joven hermosa e inocente que está comprometida con un barón al que ama profundamente, representando el ideal femenino de la época.

 

La protagonista de la historia es Fátima, la hija mayor, quien enfrenta una vida marcada por la imposición de normas sociales y familiares. Casada por conveniencia con un hombre derrochador que ni siquiera la toca, su mayor deseo es convertirse en arquitecta, un sueño inaceptable en una sociedad donde las mujeres debían limitarse a ser esposas y madres.

 

Las mujeres de la familia Aguirre Vanderbilt forman parte del grupo de las "Hijas de María", que se encuentra en plena preparación para el evento del 8 de diciembre, día en que finaliza el Mes de María. Se espera una multitudinaria asistencia, convirtiéndose en una de las celebraciones más importantes y esperadas por la alta sociedad santiaguina. En el transcurso de este mes veremos la dinámica interna del grupo de mujeres, especialmente en torno al buzón de confesiones y cómo este impacta en sus vidas y relaciones. También conoceremos el contexto social y político de la época, desde lo local y también lo internacional, a través de personajes que provienen de otros países como Estados Unidos, Francia o Argentina.

 

2.- La autora.


 

Francisca Solar es una destacada escritora chilena y activista en el fomento de la lectura. Licenciada en Comunicación Social y Periodista de la Universidad de Chile, ha dedicado su carrera a crear historias que combinan investigación, literatura y denuncia social. Con más de 17 libros publicados la autora ha alcanzado reconocimiento internacional por su capacidad para abordar temas complejos con sensibilidad y precisión.

 

El buzón de las impuras es un ejemplo claro de su compromiso con la memoria histórica, en especial con aquellos relatos donde las voces de sus protagonistas femeninas han sido silenciadas. En sus investigaciones para la novela Solar descubrió la ausencia total de relatos de las víctimas del incendio, lo que la motivó a crear una obra de ficción que les devolviera la voz y el protagonismo. Este esfuerzo literario ha sido ampliamente reconocido, posicionando a la novela en los primeros lugares de ventas tanto en Chile como en otros países.

 

3.- Temas principales de la novela.

 

3.1.- El rol de la mujer en el siglo XIX.

 

En El buzón de las impuras, Francisca Solar ofrece un retrato de la posición de las mujeres en una sociedad marcada por estrictas normas patriarcales. En el Chile de 1863, las mujeres estaban relegadas casi exclusivamente al ámbito doméstico, con pocas oportunidades para participar en la vida pública o expresar sus opiniones. Esta relegación no solo limitaba su desarrollo personal, sino que también las sometía a sistemas de control religioso y social que perpetuaban su subordinación.

 

La novela utiliza a las "Hijas de María", un grupo de mujeres de la alta sociedad, como un ejemplo para explorar estas dinámicas. Aunque este colectivo ofrecía un espacio para el compañerismo y el apoyo mutuo, sus reuniones estaban supervisadas y guiadas por el estricto Juan Bautista Ugarte, el párroco de la iglesia de la Compañía de Jesús, lo que restringía cualquier expresión auténtica de autonomía femenina. A pesar de que participaban y eran parte de un espacio íntimo, las mujeres no podían escapar del peso de las expectativas sociales que definían su valor a través de sus roles como esposas, madres o hijas obedientes.

 

Esto se ve reflejado en la novela cuando Fátima se convierte en objeto de críticas y especulaciones a causa de no tener hijos tras varios años de matrimonio. Su madre, convencida de que esto es un castigo divino, le confiesa la situación al sacerdote encargado de las "Hijas de María", quien le atribuye la culpa a la propia Fátima por esta incapacidad de concebir, asociada a un gran pecado que debe haber cometido. Como penitencia se le impone la humillante tarea de hacerse cargo del buzón de confesiones, un castigo que la expone a los pecados y secretos de las mujeres del grupo. Al contrario de lo que el sacerdote esperaba, esta labor llevará a Fátima a cuestionar el rol que se le impone a las mujeres de su época.

 

3.2.- El buzón como símbolo de libertad, poder y expresión.

 

En la novela, el buzón se presenta como un símbolo que evoluciona a lo largo de la historia, reflejando el despertar y la transformación de las mujeres que lo utilizan.

 

Inicialmente el buzón se introduce como una herramienta de control. El sacerdote a cargo del grupo de mujeres escuchaba las confesiones anónimas que se leían en voz alta y asignaba los castigos y penitencias, justificados con una interpretación autoritaria de extractos de la Biblia. Este espacio de confesión generaba que las mujeres se sintieran humilladas y avergonzadas por sus actos, no solo por el escrutinio del sacerdote, sino que también entre ellas mismas. A través de las confesiones, la Iglesia ejercía un poder disciplinario sobre las mujeres, reforzando su subordinación y haciéndoles sentir constantemente su supuesto carácter pecaminoso. A partir de lo anterior, los sacerdotes y los hombres de la alta sociedad bautizaron a la caja de confesiones como el "buzón de las impuras".

 

Sin embargo, a medida que la historia avanza la función del buzón empieza a cambiar. Lo que en un principio era un medio de sumisión se transforma en un espacio de intercambio de ideas entre ellas. En sus confesiones las mujeres no solo reconocen sus pecados, sino que también comparten sus experiencias, miedos y deseos más profundos. Aunque sus palabras están enmarcadas dentro de la lógica del pecado, este acto de escritura les permite descubrir una comunidad dentro de la opresión. El diálogo indirecto que se genera entre ellas a través de la lectura y el conocimiento de sus confesiones da pie a reflexiones y debates internos que comienzan a desafiar la imposición de la culpa y el castigo.

 

En una tercera fase el buzón deja de ser únicamente un espacio de expresión controlada para convertirse en un punto de inflexión en la conciencia de las mujeres. Algunas comienzan a cuestionar el valor de estas confesiones, el papel de la Iglesia y las condiciones en las que se encuentran. Surge así una necesidad de encontrar espacios alternativos donde puedan hablar con mayor libertad, sin la constante amenaza de la censura o el castigo moral. Esta evolución marca un proceso de resistencia silenciosa, donde el acto de expresar sus pensamientos y deseos se convierte en un primer paso hacia la autonomía.

 

Todo este proceso demuestra que, a pesar de vivir en una sociedad que las mantenía en una posición de opresión y clara desventaja, estas mujeres sí poseían una voz y una fuerza propia. Su poder residía en la capacidad de construir redes de apoyo, contención y complicidad entre ellas. Además, queda en evidencia que incluso en los espacios diseñados para restringirlas lograban encontrar maneras de reafirmarse y reconocerse entre sí.

 

Así, el buzón pasa de ser un instrumento de control a convertirse en una herramienta de resistencia y expresión donde se refleja el poder que las mujeres pueden encontrar en la colectividad y el intercambio de experiencias.

 

3.3.- La complicidad frente a la violencia y los abusos.

 

Uno de los aspectos más impactantes del libro es cómo el buzón revela la realidad de los abusos sufridos por muchas mujeres. Bajo la fachada de una sociedad devota y religiosa, la novela muestra cómo el poder de la Iglesia era utilizado para justificar y encubrir actos de violencia contra las mujeres. Estas confesiones, que relataban los abusos psicológicos y físicos que vivían, representan un grito de auxilio que nunca fue escuchado en vida.

 

Francisca Solar utiliza este recurso para confrontar al lector con una verdad incómoda: la complicidad de las instituciones en perpetuar el sufrimiento de las mujeres. A pesar de que la historia está ambientada en el siglo XIX, esta temática está presente en nuestra sociedad actual, recordándonos que las estructuras patriarcales aún existen y que muchas voces siguen siendo silenciadas. Además, la novela permite reflexionar sobre cómo las sociedades actuales pueden abordar los abusos históricos y dar un paso hacia la justicia y la reparación.

 

3.4.- La ficción como herramienta de visibilización.

 

Para poder escribir esta novela, Francisca Solar realizó una investigación exhaustiva sobre el incendio de la Compañia de Jesús, en la cual no encontró ningún testimonio de los pocos sobrevivientes ni tampoco un registro de los nombres de las víctimas fatales. En cambio, en muchos registros históricos conoció los nombres y funciones del grupo de diplomáticos estadounidenses que ayudaron en la extinción del fuego y siguió las fases de la creación del primer cuerpo de bomberos de Santiago que se formó a partir de la tragedia.

 

En estas circunstancias, en donde no tenemos acceso a la perspectiva de las víctimas, la ficción es capaz de llenar los vacíos de la historia oficial y de construir una narrativa que permite imaginar las vidas, pensamientos y experiencias de estas mujeres. Este enfoque es poderoso, ya que rescata a las mujeres de un olvido que no es solo histórico, sino que es también simbólico. A partir de lo anterior, la autora demuestra que la literatura no solo sirve para entretener, sino que también puede servir como una herramienta para reivindicar a quienes han sido ignorados y marginados por la historia.

 

Lo anterior nos invita a reflexionar sobre el papel de los historiadores, artistas y escritores en la construcción de la memoria colectiva. La autora no pretende reescribir la historia, sino más bien complementarla, ofreciendo una perspectiva que había sido desestimada. Esto plantea algunas preguntas clave para los lectores: ¿Cuántas historias similares han sido silenciadas a lo largo del tiempo? ¿Cuántas voces necesitamos recuperar para entender verdaderamente nuestro pasado?

 

- Conclusión.

 

El buzón de las impuras no es solo una novela histórica; es también una invitación a reflexionar sobre temas que siguen siendo relevantes en la actualidad. El patriarcado, la influencia de la religión en las dinámicas sociales y la lucha por los derechos de las mujeres son temas que aún necesitan atención y discusión. Solar logra conectar el pasado con el presente, mostrando que las desigualdades de otros tiempos tienen ecos en nuestra sociedad actual.

 

Además, el éxito de esta novela ha tenido un impacto tangible, motivando acciones políticas para conmemorar a las víctimas del incendio de 1863. Esta iniciativa representa un paso importante hacia la reparación simbólica y la dignificación de las mujeres que perdieron la vida en esa tragedia.

 

En conclusión, El buzón de las impuras es una obra poderosa y necesaria. Con una narrativa emotiva y bien documentada, Francisca Solar da vida a un capítulo olvidado de la historia chilena, recordándonos que la literatura no solo entretiene, sino que también puede ser una herramienta de justicia y transformación social.

 

- Bibliografía.

 

SOLAR, F. (2024). El buzón de las impuras. Madrid: Umbriel.

 

https://www.fransolar.com/sobre-mi/

 

https://www.umbrieleditores.com/el-buzon-de-las-impuras

 

https://www.cnnchile.com/cultura/buzon-impuras-libros-lanzamiento-francisca-solar_20241006/

 

https://elamerica.cl/2025/01/14/senadores-impulsan-proyecto-para-conmemorar-a-las-victimas-del-incendio-de-la-iglesia-de-la-compania/

 

https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-31438.html