Las plantas como resistencia al cuerpo encarcelado. ‘La vegetariana’ de Han Kang

Reseña de La vegetariana, de Han Kang

 

Por Blanca Guisado García

 

- Introducción.

 

La vegetariana es una novela extremadamente peculiar e incómoda que aborda la historia de una mujer que sufre una metamorfosis en el ecosistema opresor sexista de su país y en su sistema familiar.

 

Contada desde tres puntos de vista, siempre desde voces externas a la protagonista, completamente conmovedoras y perturbadoras, contiene una plasticidad enorme de las distintas perspectivas de la misma historia.

 

En la lectura se plantea con una poética preciosa multitud de denuncias del sistema contemporáneo de la autora. Cuestiones como la violencia intrafamiliar, la libertad personal –especialmente de las mujeres— en contraposición con las convenciones sociales, la salud mental o incluso los límites de la moralidad en el arte.

 

Cuando acabas de leerlo deja un sabor de boca muy amargo e impactante, revolviendo mucho dentro de cada una y dejando muchas preguntas.

 

1.- El libro.

 

Publicado en 2007 y ambientado en la ciudad de Seúl en el tiempo contemporáneo de la autora, comienza contando cómo Yeong-hye decide hacerse vegetariana por una razón peculiar: es víctima de unos sueños recurrentes. Bajo mi punto de vista, se trata de una onírica representación sobre lo atrapada que se siente en el sistema profundamente patriarcal y deshumanizado en el que vive.

 

La primera parte, La vegetariana, es narrada por su cínico marido, cuya apatía me recordó profundamente al –grado cero– de las novelas de Camus. Él cuenta que la "eligió" a ella por ser una mujer sencilla y completamente corriente. Así, cualquier actuación fuera de lo común se ve como disruptora, amenazante incluso para su relación, aunque los cambios sucedan dentro de ella e intente molestar o importunar lo mínimo posible. Su marido y su familia perciben esos cambios que ella realiza individualmente como hostiles para el orden individual de cada uno de ellos; y eso es solamente una evidencia más de la violencia intrafamiliar a la que nuestra protagonista está sometida constantemente.

 

Siguiendo esta línea, la segunda parte, La mancha mongólica, está narrada por su cuñado y se centra en el deseo de los cuerpos (desde esta perspectiva masculina y violenta).


Y el tercer relato, Los árboles en llamas, desarrolla el punto de vista de su hermana, ante la situación de enfermedad mental o el último intento de Yeong-hye de control sobre su cuerpo, dejando de comer.

 

En estos tres relatos exploramos el desarrollo de esta historia desde una perspectiva siempre externa a la protagonista y este proceso que sufre conociéndolo desde su impacto en las personas de su alrededor y lo que provoca en ellos.

 

2.- La autora.

 

Han Kang (1970) es una escritora surcoreana reconocida por su exploración de la violencia, el deseo y la resistencia. Ganadora del Premio Man Booker International en 2016 por esta novela, su obra se caracteriza por la prosa lírica y una profunda reflexión sobre el cuerpo y la identidad.

 

Esta novela, según ha explicado Kang en una entrevista a la BBC, surge tras la escritura de un relato anterior, El fruto de mi mujer.

 

En 2024 la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura, destacándola por su "intensa prosa poética que confronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana". La autora es la primera mujer asiática en recibir este premio.

 

3.- Temas principales de la novela.

 

3.1.- El cuerpo como espacio de resistencia.

 

Yeong-hye desafía las normas impuestas sobre su cuerpo al dejar la alimentación cárnica, lo que provoca un enorme rechazo de su entorno, especialmente de su familia. Su decisión es vista como una amenaza al orden social y patriarcal, revelando cómo el cuerpo femenino es completamente controlado y castigado.

 

En el contexto surcoreano la tradición está fundamentada en una cultura jerárquica patriarcal. Así, hoy en día aún quedan huellas vigentes de este orden no solamente familiar, sino también social.

 

Cuando se enteran de su cambio todas las personas de su entorno se "preocupan" excesivamente por su cuerpo, por los efectos en su salud de esta elección. Lo más curioso es que se plantean continuamente las opiniones de absolutamente todos los personajes sobre el cuerpo y la alimentación de nuestra protagonista, pero nunca se preocupan por su integridad emocional. Se generan discusiones en torno a su cuerpo en las que parece que a ella misma no le está permitido participar. Tal y como refuerza la propia estructura de la novela a través de los tres puntos de vista externos: ella es una mujer sin voz. El lector nunca llega a conocerla, porque siempre lo hacemos a través de los ojos de quienes la controlan.

 

Solo confío en mis pechos. Me gustan mis pechos, pues con ellos no puedo matar a nadie.

 

En el comienzo, el camino hacia la libertad (considerando esto como un intento frustrado, ya que nunca llega a ser completamente libre, completamente dueña de sus actos y su cuerpo) de la protagonista empieza porque no lleva sujetador. En un entorno que se percibe como desgarradoramente violento, ella elige no serlo. No quiere formar parte de ello, y su cuerpo es la representación más pura del contraste con esa hostilidad. Elige una especie de resistencia pacífica, intentando retomar el control de su cuerpo, y decidiendo no perpetuar ese sistema de daño a algo, o a alguien. Y es precisamente cuando por este acto todos se sienten heridos por ella, donde reside la base de toda la terrible violencia de la historia, de la que Yeong-hye es una continua víctima.

 

Antes del siguiente punto cabe aclarar la simbología en los relatos entre la carne y la masculinidad, incluso la violencia; y lo vegetal como algo pasivo, en contraposición con la fuerza que proporciona la carne.

 

3.2.- Salud mental y feminismo.

 

La novela aborda de manera profunda la salud mental y la forma en que las enfermedades mentales son ignoradas o malinterpretadas por la sociedad. A medida que Yeong-hye se adentra en su transformación, su familia y el sistema médico responden con incomprensión y violencia, evidenciando la estigmatización existente. Como su cuerpo no es libre por culpa de la constante opresión que la protagonista sufre en ese ambiente, irá adentrándose en la locura.

 

La única voz que escuchamos de Yeong-hye es a través de sus sueños.

 

Me había vuelto una desconocida, pero no había duda de que era yo. No, al revés. Era un rostro visto innumerables veces, pero no era mi cara. No puedo explicarlo. Conocida y desconocida a la vez, fue una sensación vívida y extraña, terriblemente extraña.

 

Según mi interpretación, en los violentos sueños se refleja la disociación que la protagonista sufre con su propio cuerpo e incluso con su vida. Este mundo onírico, que podríamos entender como locura o la verdad que se esconde dentro de sí, refleja su necesidad de libertad. Es una mujer atrapada, confinada bajo las expectativas, deseos y convenciones de otros.

 

La decisión de la autora de no dar voz a la protagonista y perpetuar así su silencio me parece sublime, porque es precisamente este silencio el que destapa la violencia de quienes la rodean.

 

En los sueños a ella le aterroriza la idea de dañar a algo o a alguien. Se ve a sí misma llena de sangre, como la culpable de un crimen, la cazadora; y esta idea la persigue de forma obsesiva. Entonces es cuando ella siente la necesidad, como una idea muy clara y completamente natural en una noche, de dejar de comer carne.

 

Creo que esta obsesión surge por la falta de control que tiene sobre su cuerpo y su vida. Además, ante un ambiente en el que no solo ella, sino la mayoría de mujeres quedan atrapadas bajo estas convenciones –miremos, por ejemplo, a su hermana– y que su fuero interno comienza a manifestar la percepción de esa violencia. La idea de dejar de comer carne para no herir puede ser una reacción ante esta realización del sistema del que ella no quiere ser partícipe. Ante tanta hostilidad ella lo único que quiere es no hacer más daño. Por eso, más adelante va soñando y enamorándose de la idea de las plantas. Su cuerpo como ramas ancladas a la tierra que van creciendo y –lo más importante– no pueden hacer daño a nadie. Simplemente existen de forma pacífica, y tampoco realmente pueden controlar lo que les sucede si se les acerca un animal que sí puede atacarlas. Así, ella se convertirá justamente en eso.

 

Es muy interesante observar cómo a medida que va progresando la historia ella va siendo tratada por parte de todos los personajes como cada vez más perdida en la locura, más alejada de la realidad. Pero ante situaciones de violencia extrema, o reacciones completamente desmesuradas de todos los otros personajes, es ella quien siempre se conserva impasible, con una compostura impresionante. Es como si ella decidiera establecer una resistencia completamente pasiva, solo resguardada dentro de sí, ya que se deja manejar por todos –el mayor ejemplo, su cuñado– y solamente tiene la intención de producir un cambio dentro de sí misma.

 

Realmente, ante la rebeldía que muestra la protagonista, es su familia la que decide mandarla al psiquiátrico –tras haberla intentado obligar y someter a mantener el orden– y nunca intentan llegar a entenderla, simplemente quieren apartarla para que no manche su estatus y no altere su jerarquía.

 

- Conclusión.

 

La vegetariana es una obra poderosa que denuncia las estructuras de poder patriarcal a través de una narrativa perturbadora. El libro ofrece una crítica incisiva sobre la violencia que sufren las mujeres en el ambiente contemporáneo de la autora debido a las convenciones sociales, a su papel en el matrimonio, a cómo cada persona es percibida en su puesto de trabajo y por su posición dentro de la familia. Todo ello a través de una narrativa poética y completamente visceral que deja en cada uno de los lectores un impacto desgarrador.

 

Es una historia completamente triste y frustrante, y se nos plantea la pregunta ¿quién está realmente loco: ella, o toda la sociedad?

 

- Bibliografía.

 

KANG, H. (2015). The Vegetarian, London: Hogarth Press.

 

--. (2024). La vegetariana, Barcelona: Literatura Random House.

 

"Mujer, familia y sociedad en La vegetariana de Han Kang" https://revistascientificas.us.es/index.php/CulturasyLiteraturas/article/download/23950/22213/116365?utm_source=chatgpt.com

 

"La vegetariana: las huellas de la obra maestra de Han Kang" https://www.latercera.com/culto/2024/10/26/la-vegetariana-las-huellas-de-la-obra-maestra-de-han-kang/?utm_source=chatgpt.com

 

"Cuestiones psicológicas y feministas de la salud mental de las mujeres" https://www.redalyc.org/pdf/884/88432175003.pdf?utm_source=chatgpt.com